jueves, 18 de diciembre de 2008

Silencio



Una de las propuestas de Michelle ayer consistía en improvisar con "manos silenciosas". Si cogemos literalmente esa idea, procuraremos movernos sin hacer ruido, procuraremos que nuestras manos no hagan ruido. Pero para mí la propuesta fue más allá. Para empezar, las manos no pueden hacer ruido por sí mismas, a menos que las golpeemos contra el suelo o entre sí, por lo que tenía que ser algo más.


Sentí el silencio de los movimientos como la idea que tengo del silencio mismo y vi que lo podía materializar mejor si lo relacionaba con las caricias. Sí, esas caricias en las que rozas casi sin rozar, un poco con distancia entre piel y piel, casi sin tocar. Esas caricias en las que la aproximación puede hacer que no se dé el roce, sino a crear espacios y tiempos sutiles y conscientes donde los márgenes entre la distancia y el contacto se vuelven frágiles y por tanto sugerentes.



El silencio entonces se me antojaba como algo muy frágil, relacionado con todo aquello que se produce en un estado de quietud, suavidad, calma, como un concepto lleno de aire, de vacío... pero de un vacío muy lleno. La quietud, la calma interiores. El silencio es algo frágil porque parece que se puede romper enseguida y por eso es tan grande y tan pequeño a la vez. Lo asemejo a todos esos estados interiores de grande-pequeño, de todo-nada, en los que nos podemos dejar llevar por la sutileza de las negaciones: lo no tocado, lo casi acariciado, lo no dicho, lo sugerido, lo casi lleno, lo casi pensado, lo meditado... En todas esas negaciones se producen situaciones en las que nos movemos en los límites del todo y la nada, en las que podemos saltar las fronteras, ansiosos por no dejarnos en calma, y caer en horrores al vacío, horrores al vacío de un silencio, de un contacto, de movimientos, de pensamientos.



La quietud, la calma. Dejarse arrastrar porque no tenemos miedo a ser tan silenciosos, a no decir nada, a no tocar con la piel entera, a no pensar buscando conclusiones.



Y así, las manos, y por tanto el cuerpo, no es que se movieran para no hacer ruido, sino que disfrutaban de su silencio. Me vi dejándome arrastrar placenteramente por la sensación de no tener que decir nada, de no tener que mover nada.



El placer del silencio, el placer de la meditación, de asomarnos a nosotros mismos a escondidas pero sin ocultarnos, dándonos del todo. Son estados, todos ellos, de dejarse calmo y tranquilo al devenir de los procesos sin romperlos, sin hacer ruidos interiores porque estamos serenos y no tenemos miedo de romper los límites, porque disfrutamos de ellos al mismo tiempo, porque disfrutamos de esas "nadas" sin pretensiones, porque no tememos perdernos en un gran silencio o en una soledad en la que meditamos.



Las manos silenciosas mueven el resto porque ya nos hemos dejado llevar por un todo callado, con placer, como cuando nos dejamos llevar por un tiempo sin ansiedades de fin, por un espacio en soledad sin nada más que ella, la soledad, por unos momentos de meditación.



Meditar, silenciar dejándonos arrastrar por los hechos interiores en sí, sin que lo exterior condicione esos vacíos tan llenos, y disfrutar esos vacíos tan llenos porque se han hecho "todo" al sentirlos tan nuestros y tan sin miedos.



Así, en las líneas difusas de los estados mentales, nos movemos casi al límite del ruido, casi a punto de decir algo, de romper la quietud. Como cuando nos aproximamos a una caricia...



Saber dosificar los límites, las barreras, para no caer en el contacto explícito, la idea subrayada o la palabra remarcada. No hace falta. Esos márgenes tan pequeños son tan grandes cuando los disfrutamos en calma, que generan otro movimiento; un movimiento lleno de sutilezas que hablan por sí solas, que arrastran al resto del cuerpo, al resto del pensamiento.



Sin miedo al vacío, podemos dejarnos llevar por los límites de nosotros mismos, seguros de que si queremos podemos romperlos, pero conscientes de que queremos seguir disfrutando, sinceros, ante nuestros propios ojos interiores, de nuestro silencio, de nuestra soledad meditada.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Mal Pelo


Desde 1989 Pep Ramis y María Muñoz en Mal Pelo han desarrollado su propio lenguaje de movimiento e interpretación.

Trabajan investigando en el cuerpo y las relaciones cotidianas con los temas de siempre. Pero trabajan el cuerpo y los movimientos de una manera muy personal, real, consciente y que nunca para, que siempre está en continua "ricerca" del enriquecimiento de la danza.


Hace poco, Michelle me dejó un libro que bien podría reeditarse. Se llama Mal Pelo, l`animal a l`esquena, y está editado por ellos mismos, con fotografías maravillosas de Jordi Bover, en el año 2000. En esta bella obra se conjugan los textos, los pensamientos de sus creadores, las imágenes de una trayectoria, los bocetos, dibujos y desarrollo de las creaciones y las entrevistas o diálogos con otros grandes de la escena. De todo ello podemos extraer una visión global de su filosofía de la danza, humana y trabajada, de su filosofía de la creación y la vida. Un libro necesario y bello y una compañía realmente imprescindible.
Uno de sus textos, bellos y sabios todos, dice:
Imagino el animal
que cargamos sobre nuestras espaldas.
Es un animal desarraigado,
un compañero de viaje invisible y poderoso
que guarda todo aquello que hemos amado...
Ante nuestra mirada se presenta
un mundo lleno de elementos desordenados.
Acompañados por el animal,
elegimos nuestro propio orden,
ejecutamos una fragmentación arbitraria del mundo,
y la llenamos de un valor propio.
¿Qué cosas elegimos?
Corremos, y al correr notamos
el peso del animal.
¿Corremos hacia la vida para recuperar
la ilusión de lo que ya no existe?
¿Para conseguir la realización
de lo que todavía es posible?
Corremos, y al correr notamos el peso del animal,
el peso de la humanidad, y nos abruma.
Un solo hombre no puede cargar con todo.
Sabias filosofías de la expresión humana del movimiento (fisicalidad animal) exterior e interior. Las búsquedas, los caminos, las ejecuciones y estructuras de la vida, las ilusiones, lo amado, los caminos elegidos, el pasado... Como animales nos movemos por todos esos vericuetos, y como animales buscamos, nos movemos y nos cansamos.
Pero, aunque conscientes de que no lo podemos todo en la escena artística y vital, como animales seguimos en movimiento.
Muchos de los animalillos en aprendizaje en danza y vital estaríamos encantados de poder tener en nuestras manos este libro...


domingo, 30 de noviembre de 2008

El futuro articulado por la perfección

La danza del futuro está aquí. Los frikis se encargan de demostrarnos que los mejores animales de compañía, las mejores amas de casa o los mejores sirvientes son los robots. Pero los frikis están llegando muy lejos, como llega lejos la ciencia. Los frikis hasta programan robots que con un estilo Locomía mueven al unísono los abanicos. Al ritmo de la música la coreografía se desarrolla perfecta en cuentas, en dúos o cuartetos. Hay hasta tiempo para la improvisación de los muñequitos que fríos y sin carga interior ejecutan a la perfección lo que el coreógrafo-técnico-friki les ha propuesto.

El futuro está aquí. Suena a vieja, pero de niños tocábamos un órgano pequeño o dábamos al play del casete para que sonara la canción de Mecano o Flashdance, y entonces, aunque nuestra madre nos esperara para cenar, como no había móviles, nos quedábamos en la casa de nuestra amiga. Al otro lado su hermano jugaba con el castillo o el barco pirata de los playmobil, y la mayor escuchaba George Michell. La tele, encendida de fondo, aún tenía Barrio Sésamo u Oliver y Benji, que el pequeño dejó a medias. Y nosotras, con nuestro casete, y los deberes y los pica a pica sobre la mesa como tentempié, repetíamos la coreografía, con la camiseta de hombreras que le habíamos quitado a nuestra madre. El padre de familia llegaba tarde de trabajar y saludaba frío y cansado. Había llegado más tarde de lo normal, pero tampoco tenía móvil. Y daba dos golpes a la puerta, se asomaba y allí estábamos sudando intentando cuadrar infantiles movimientos y sin los calentadores y el mallot de la actriz. En el recreo al día siguiente, mientras algunos jugaban al 22, otros al fútbol o al rescate con beso, o los más solitarios comían el bollicao y más tarde los Gublin, yo sacfrificaba mis intervenciones en el partido de fútbol para seguir ensayando la coreografía.

Parece de vieja, pero hoy podemos ir a morir a la luna, conectarnos vía casi todos los medios con el resto del mundo, hablar en todo momento como y cuando queramos, pero podemos seguir viendo Barrio Sésamo, los Fraggle o Sensación de Vivir, podemos buscar a los frikis del mundo que sean fans del peta zeta en Google, que sean nostálgicos de aquellos tiempos, gracias a la ciencia. Lo podemos todo.

Y ahora hasta podemos ver y hacer bailar, igual de inocentes movimientos que entonces, pero sin perdernos el recreo.


Aprender a decir no me gusta

Hay que aprender a decir que no, a decir no me gusta y no me importa que lo sepan. Aprender a escribirlo, pero siempre justificarlo. Hay que saber justificar para decir que no nos gusta algo. No todo lo que vemos es excelente e ignorar a los que nos decepcionan es no hacerles aprecio. Algunos se merecen que sí les hagamos aprecio.
Por eso he escrito una crítica negativa sobre Europa de Arrieritos.
http://www.danzaballet.com/modules.php?name=News&file=article&sid=2651

miércoles, 26 de noviembre de 2008

lunes, 24 de noviembre de 2008

Feria de Arte Independiente

El sábado improvisamos en el Palacio de Congresos, con motivo de la FAIM.
Si bien, noté en momentos falta de ritmo o de crecimiento del ritmo de la pieza, incluso no me noté como en otras ocasiones realmente dentro de una energía, viví momentos reales con Noe, Carmen, Marina, Laura y Salva. Momentos de comunicación y escucha.
Revisando los vídeos que Salva ha colgado en youtube, me quedo con este de Marina y un espectador. La improvisación en la calle, como sabemos, se presta a todo lo que surja, a todo, y hay que saber atraparlo, hay que retener las posibilidades que nos da tener tan cerca a la gente, y ser capaces de percibirlos como parte de nuestra "pieza" y, si lo notamos, incluirlos bien sea con una mirada, un roce o bien con su plena integración en nuestro espacio.

Espero seguir bailando la tan agradecida calle y todos sus elementos, que, como saben quienes me leen, es una de las cosas que más me llenan de esta nuestra danza contemporánea.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Les Slovaks (2)


No hablé en su momento del Festival Internacional de Deltebre. Y no hablé porque vine conmocionada, porque habría necesitado tiempo para meditar, para saborear y entender el potente poso que dejó en mí aquella experiencia. Y no lo tuve, tuve que agarrar las riendas de la vida diaria a la fuerza, y se quedó aparcado.
Al ver a estos tres grandes maestros y bailarines en su espectáculo, y tras haber visto las fotos que Roberto Oliván ha colgado en facebook del Festival (de donde he cogido las que aquí aparecen), he recobrado el regustillo a DANZA con mayúsculas.
La maestría de sus clases tal vez radicaba más en verlos a ellos, en ver su técnica, su personal movimiento, su velocidad de ejecución, la complicidad que entre carpa y carpa veíamos que tenían entre sí. Hombres aparentemente distantes, sonrientes pero algo fríos, exigentes con su danza llena de propuestas hasta entonces jamás vistas por mí. Eran perfectos en las ejecuciones de las coreografías de sus clases, y nosotros, la mayoría, no alcanzábamos en su totalidad ese nivel, pero lo disfrutábamos por lo que tenían de reto, porque nos llevaban por caminos nuevos. Tono, ese animal, era y es muy rápido y limpio, Peter, pequeño, es suave, cae al suelo en silencio, excesivo e increíble silencio. Es blando porque se adapta a todo, al cuerpo, al suelo, al aire... Pero con líneas siempre presentes. Martin, que nos propuso unas lecciones de improvisación, es paz, es calma bella, es sensaciones. Nos invitaba a regodearnos en los momentos que se crean en la improvisación, a hacerlos grandes y técnicos.
Son energía pura, son desplazamiento continuo, son abundantes cuerpos, porque es increíble cómo consiguen mover todos los puntos del cuerpo. Ves que todo el cuerpo está activo, todo: los dedos, los hombros, la cadera, los pies, todo, absolutamente todo entra en acción.
Son hombres de acción, la acción-reacción que surge a partir de una tensión muy amada. Se les nota, den clase o interpreten en la escena, que su pasión es natural porque casi han nacido con ella, pero no por eso se dejan llevar por algo conocido, sino que siguen atrapándola y disfrutándola porque viven danzando o danzan viviendo. La expresión más lógica de lo que tiene que ser un bailarín: sentir la danza como la vida misma, con energía, saltando obstáculos con valentía, poniendo lucha y fuerza a todo, siendo pasional sin olvidar la cabeza y los centros, los equilibrios...
La técnica aprendida, como supimos en escuelas de dura disciplina, ya está en ellos a un nivel casi perfecto, con veintitantos años nada más como tienen. Ahora, y desde hace tiempo, sólo tienen que dejar que fluya, sólo tienen que mostrar esa unión natural que se produce entre lo absolutamente asimilado e interiorizado y la pasión que nunca se debe dejar de agarrar con tensión. Y ahora además lo elevan a mayores potencias con esa unión comunicativa que han creado con Les Slovaks.
Me pregunto cómo serán sus vidas. Como cuando lees un libro y sientes que el autor transmite enseñanzas y filosofías reales y sabias de la vida, piensas si su vida será así de sincera, pienso si, de acuerdo con mi idea de que mucho de como danzamos en realidad vivimos, vivirán pasionalmente a la vez que equilibrados. Posiblemente no, posiblemente como cuando conocemos a un genio artista nos sorprende su vida. Y me da igual, es una duda que me surge pocas veces y que además tras la duda de un segundo, luego la aparco, porque las biografías de los grandes suelen darme igual, suele darme igual cómo vivan, cómo se enfrenten a la vida, porque para mí ya se están enfrentando a ella de una forma muy real, con pasión y sinceridad. Y lo muestran danzando con todo, la cabeza y el sentimiento.

martes, 18 de noviembre de 2008

Les Slovaks


Estaba nerviosa, íbamos a ver a Tono, Peter y Martin, junto a sus compañeros. Fueron nuestros profesores en el Taller Internacional de Danza de Deltebre. Nos habían sorprendido sus clases, pero esta pieza nos dejó sin palabras incluso cuando fuimos a darles la enhorabuena...


Les Slovaks Dance Collective
Opening Night, 14, 15 y 16 de noviembre

De Eslovaquia al Teatro Pradillo, la amistad y la historia. Se criaron y estudiaron juntos danza desde niños. Separaron sus carreras para formar parte de las compañías más importantes de danza contemporánea del mundo (Rosas, Última Vez, Larbi Cherkaoui, Akram Khan o Roberto Oliván, entre otros). Y en 2005 decidieron volver a sus raíces y potenciarlas con la comunicación de esta danza hermanada.

Opening Night es la muestra de esa amistad y del deseo de recoger su tradición con las manos y el cuerpo madurados por la danza que han experimentado. Una pieza valiente por improvisada, hermosa por sus pautas, humorística por los personajes que crea lo imprevisto, sorprendente por el perfecto dominio técnico, llena de cuerpos que expanden sus alrededores con líneas inusuales y un centro que les permite hacer de sí mismos seres con el máximo movimiento posible. Animales de tierra y aire o animalillos juguetones se comprenden y hacen reír con quites y gestos cargados de complicidad y libertad escénica. Son bestias que dominan la velocidad y la pausa. Y un violinista, de increíble habilidad, embellece, folclórico y sutil, junto a la iluminación. Son una masa viva que late en armonías espaciales, se transporta, pero que vive de seres individuales a pesar de esa unión, seres de distinta factura, que suben, bajan, crean niveles y planos, inundan rápidos el escenario, para invadir nuestra visión con todos los cuerpos, con toda la complicidad de sus miembros, y siempre en abundancia viva.

Y así mantienen a un público pendiente de una hora de improvisación. Porque son grandes y completos bailarines. Los cinco regalan dibujos de su cultura, su emoción y su amistad y la hacen latir expresiva con la vida acompasada de la diferencia en un conjunto cercano, intenso y vivo.

domingo, 26 de octubre de 2008

El colmo de la improvisación



Ayer viví en primera persona qué puede ser el colmo de la improvisación. Y como lo viví, como participé en ello, todo lo que aquí puedo decir tiene un toque subjetivo y sentimental. Cuando vea vídeos podré decir algo más.

Artistas que no se conocían antes, músicas, efectos, proyecciones que no sabíamos cómo serían. Allí nos dimos cita todos, en la Pradillo, cada uno con su historia personal y artística detrás. Nos vimos las caras, dos besos y poco más. Compartimos camerino... y a escena. Ya dije que no sabíamos qué podía salir de ello. Podía ser un desastre o podía ser, como mínimo, curioso e interesante. Un laboratorio, en cualquier caso, del que aprender, con el que experimentar, conocernos a nosotros mismos, saber qué puede salir de la sorpresa, de lo inmediato, qué le puede llegar a un público conocedor de este tipo de performances y a otro que está al margen completamente de ello.

Partiendo del principio claro de no esperar nada, de no buscar alcanzar cotas muy elevadas, de asumir las limitaciones o los riesgos de algo así, sólo podíamos salir al escenario queriendo disfrutarlo, y con los sentidos abiertos, muy abiertos. A partir de ahí, lo que surgiera dependía de todos, no de uno sólo, dependía de la energía que creara cada grupo con sus participantes y sus creaciones espontáneas. Dependía de esa apertura de mente, la que debíamos poner los que allí nos plantábamos y la que tenía que tener el público. Unas mentes blancas, en general, libres y sensitivas.
La idea, pues, o así lo entiendo yo, debía ser alcanzar una unión a través de la escucha y la comunicación entre las distintas disciplinas. No debían sobresalir egos, no debían dominar unas cosas sobre otras. Aunque esto es siempre difícil. Alguien me ha comentado que inevitablemente, aunque se consiguiera esa unidad, había alguien que llevaba el hilo en cada pieza. Sí, tal vez sea inevitable o necesario. Si el resto de los componentes sabían adaptarse a los guiños que les daban los demás, y sacar de ahí una "historia", una respuesta, estaríamos llegando a ese diálogo. Si cada uno establecía un monólogo, dejaríamos fuera al público, para empezar, y le quitaríamos la potencialidad que este proyecto tenía.
Pero, claro, es difícil. Tus ojos, tus oídos, tus brazos, cuerpo, respiración, tu cabeza y sensaciones... Demasiados elementos alerta, demasiadas cosas a las que prestar atención. Pero cuando estaba allí sentía un gran placer al descubrir o captar un guiño de mi músico, al ser consciente de él. Porque era una pauta a la que agarrarme, me estaba tendiendo una mano, y si la sabía coger y él sabía seguir escuchándome y me contestaba, estábamos agarrándonos el uno al otro, sosteniéndonos en la improvisación, por lo tanto el vértigo era menor porque te sentías acompañado.
En mi parte tal vez pudo parecer que el peso recaía sobre mí. No quisiera esa visión de protagonismo, porque no era una pieza o una improvisación de danza. A un lado estaba David Aladro-Vico y de fondo las proyecciones de Philipp Contag-Lada. Philipp no pudo asistir, por lo que la escena quedó para la música, la proyección sin Philipp y para mí. David estaba en penumbra, pero estaba. Sin él el avión no me habría asustado, no me habría convertido en un muñeco, no habría caminado sin rumbo o no me habría detenido en sus silencios. Dialogamos o así lo sentí yo. Y dialogamos de nuevas. Es como cuando conoces a alguien por primera vez y no sólo te habla de a qué se dedica, dónde vive o qué hace en su vida, sino que te cuenta algo más allá sobre sí mismo, y tú abres los ojos y los oídos y le escuchas atentamente. Asientes con la cabeza, preguntas por algo que te interesa más, comentas e incluso intercambias una opinión sobre sus visiones. Así lo viví yo. Seguramente debería haber ido más lejos, deberíamos haber llegado más lejos en esas conversaciones en vivo y artísticas. Pero sin prepararlo, sin conocer ni yo su música ni él mi movimiento o el vídeo, dialogando con lenguajes distintos que no conocíamos conseguimos hablar uno común; el de las energías, o no sé cómo llamarlo. Un lenguaje común puede ser el de las miradas, el de los gestos, el de traspasar códigos y entenderse con las sensaciones.

[Fotografía de Sandra Fernández]
Tampoco sé muy bien qué percibió el público. Sé que gustaron unas partes más que otras, que se quedaban con guiños, imágenes, posturas, momentos. Sé que estas "modernidades" son difíciles para la gente, que a veces no comprenden o simplemente no les transmiten nada. Pero había momentos, y es en eso en lo que consistía el evento de ayer, en el momento, en captar el momento. Lo debíamos captar, agarrar los participantes, y el público, más inteligente de lo que presuponemos, es capaz también de pillar al vuelo los momentos que la inmediatez le da. Sé que si no les llegaron algunas piezas fue porque había algún ego que despuntaba o porque cada uno, demasiado asentado en ese "colmo de la improvisación", no fue más allá y se quedó en sí mismo. Una pena porque en esos casos no lo disfrutaron ni ellos ni el público, observador aparentemente pasivo, pero que en actos como éstos se vuelve de un inteligente activo que asusta.


El colmo de la improvisación, por tanto, para mí es tener que hablar un lenguaje común con gente de la que no conoces su trabajo, hacerlo sobre un escenario, con un público y no en tu casa entre colegas, con una limitación de tiempo, con otras limitaciones que surgirán del momento por lo inesperado de la idea. Es el colmo de la improvisación, es el colmo de tirarse al vacío, arriesgar y creer en ello. Y, como digo siempre, si te das sincero en todo las cosas salen. Si crees en un proyecto, te mostrarás con esa sinceridad y lo que salga de ahí puede gustar más o menos pero es sincero.
No buscamos que guste a todo el mundo, bueno, cada uno supongo que buscará algo distinto, es inevitable, pero no buscamos una aprobación general, sino un sentirse bien en escena, en ese vértigo. Si te sientes bien en escena, algo le tiene que llegar al público. Pero, ojo, en este caso era sentirse bien en escena en conjunto y no uno mismo, sino sentirse bien gracias a que hay otros elementos que están contigo y que forman un todo, nunca con la idea de ser el protagonista.

Y tengo que dar la enhorabuena a los participantes, porque todos nos hemos tirado por este barranco del que no veíamos el final de la caída, y, sobre todo, a Berta y David por habernos dado esta gran oportunidad de estar ahí, pero de estar con ellos y no solos. Así lo he vivido yo, he sentido que estaba con ellos, que era una parte más de la idea.
Berta y David se han trabajado muchísimo este ciclo, con dificultades técnicas, de intendencia, incluso físicas. Han puesto todos sus recuersos a flote y solos, prácticamente solos, han difundido, promocionado, proyectado, contactado con los participantes, han conseguido sacar adelante un ciclo que la escena contemporánea necesita tener en sus carteles. Y me han dado la oportunidad de estar ahí. He tenido el gran privilegio de compartir ese espacio, esa idea, esas sensaciones con ellos, aunque me hubiera gustado estar más presente. Pero... en la vida existe otro colmo de la improvisación, el de la vida misma, en la que nos vemos obligados a "resolver", como dicen los cubanos, para sacar adelante nuestra otra vida, y, por eso, tal vez porque no puedo implicarme más, tanto como me gustaría, en proyectos como éstos, los disfruto y exprimo al máximo.
Espero poder seguir teniendo la posibilidad de improvisar la vida y el arte como hasta ahora, porque gracias a ello la "vidilla" que todo ello me proporciona me hace disfrutarlo todo casi al límite.


Gracias y muchos besos sin improvisar, besos premeditados.

viernes, 24 de octubre de 2008

Recordatorio

Recuerdo que mañana estaremos en la sesión de improvisación del festival Zona Híbrida, en la sala Pradillo a partir de las 20:30. Las entradas pueden conseguirse en Atrápalo y en Entradas.com.

jueves, 23 de octubre de 2008

Poesía

He retomado un librito de poesía de juventud de un antiguo profesor mío, del que mucho aprendí y con cuyas clases más disfruté, Francisco Javier Ávila. En su poesía juega mucho con el lenguaje, con las palabras, se las inventa, como juega con las imágenes, las de las ciudades, la gente y los sentimientos y los cuerpos. Sus palabras bailan también:

Mira sus dedos,
mide si de algo más. Palpa sus sueños
de acción,
la pesadilla misma de su país
conoce con los labios
la inmensa longitud del círculo, pregunta
si no habrá entretenido el curvo rumbo, quiere
que sepan bien dónde tienes los pies y a dónde ladra,
quiere,
que sepan que este baile no es más que un alfiler,
que es casi tanto lujo como una dentellada,
que este giro
tarda mu-
ere y
llega.

viernes, 17 de octubre de 2008

Las cosas que bailan en mi cabeza




Hacen plié y demiplié, giran, se desplazan por la mente, dan grandes zancadas, adelantan a las otras, saltan, se quiebran, se levantan... Las ideas hacen improvisaciones en mi cabeza.
Porque ¿en qué momento estamos?, ¿en qué momento están? Veamos los giros y vaivenes de mi mente...

La dichosa situación económico-laboral, el dichoso momento actual, con sus miedos, sus valentías, sus vueltas de tuerca. Ahí, mis ideas van saltando unas sobre otras, para dar grandes pasos, pero se frenan porque tienen inseguridades, porque además no saben estarse quietas ni sumisas al estado actual de las cosas, a como nos vienen dadas. Ellas, estas ideas prácticas, ocupan la mayor parte del tiempo su despliegue en el espacio vital hoy día.
La danza. Busco reabrirle hueco entre las anteriores, busco que se deje iluminar, con ese rayito en su plexo solar, entre las otras más serias, más adultas. Pero el cuerpo "está tonto". Ya puedes haberlo machacado hace unos meses que el pobre, como le des una pausa, se atonta, parece que se olvida de todo. No se olvida, pero hay que despertarlo, recobrar los centros, las posiciones, las manos, que no se mueran en las líneas. Que el cuerpo sabe, sí sabe, ha aprendido, pero se ha dormido e invadido un tiempo por las necesidades del momento, las prácticas, se ha olvidado de los movimientos que antes salían solos y más bellos. Ahí estamos, dándole su lugar con las clases.
Y los proyectos: vaya, para los proyectos dancísticos y laborales también necesitamos un hueco. Y queremos crear, crear ideas, crear ganas, estar en movimiento continuo, y nos falta el tiempo, nos falta porque al final hay que comer, y, por tanto, trabajar, coger el metro, pagar impuestos... Pero sí, hay ideas, hay ganas de invadir la calle, de danzarla, de promocionar la danza, de escribirla...
Pero somos un todo al final, y las ideas que se frenan por inseguridades propias del pragmatismo necesario invaden las otras partes de la mente que se dedican a lo más creativo, a la danza. Y es que no están en compartimentos estancos, nunca tenemos habitaciones para cada cosa de la vida. Si tenemos una puerta abierta e iluminada, su luz llegará a las demás estancias, sin embargo, si está cerrada, da igual que tengamos terraza o pasillo grande, porque su luz nunca llegará a esos otros espacios en los que creíamos tener a salvo las cosas que nos dan alegría, que nos dan vida.
Y en ésas estamos, intentando abrir puertas, intentando que nos llegue la luz por las rendijas de abajo de los dormitorios de la mente. Intentando que en esos días en los que no llueve sobre nuestras cabezas cojamos un embudo que absorba la iluminación y la conduzcamos al resto de la cabeza, del cuerpo, del sentimiento. Intentando sacar la luz de las rendijas, de entre los barrotes, y exprimir los rayitos que se cuelan un día sí, tres no.
Qué simpleza la mía, cierto, esto lo vivimos todos, pasamos días malos, días peores, y casi todos por lo mismo. Y además algunos contamos con la ventaja de tener más dormitorios que los demás, dormitorios en los que bailamos-vivimos, pero precisamente por eso, porque tenemos más que inundar, más que abarcar, y porque el cuerpo es el dueño de esas otras habitaciones, algunas cosas se nos escapan a nuestro control.
Porque lo que no se nos escapa a nuestro control porque no depende de nosotros, se nos escapa porque sí depende. Por tanto, siempre estamos atrapados, en un ir y venir, en un paso adelante, paso atrás, en un giro a medio dar, en un salto sin todo el impulso, en una caída poco amortiguada, en un release poco relajado, en un desplazarnos poco, en un cansarnos en ese esfuerzo... atrapados en nosotros mismos, cabeza-cuerpo, interior-exterior, movimiento hacia fuera y hacia dentro, avanzar-retroceder, crecer-menguar... Atrapados sin salida, sin la salida aparente, pero con la salida que no creemos ver.

Ahí, buscando los vericuetos de las salidas traseras, por donde se cuela la luz, de nuestra mente.

Rendijas con luz:


- Proyecto invasión danza







- Iniciativa Teatro Pradillo, Zona Híbrida


-

jueves, 9 de octubre de 2008

Pisando Ovos

Me gustan. Pisando Ovos me gusta.

Ayer vi su última pieza, 30.000, y me gustó.
Sólo quería decir eso. Ya diré más y mejor.

Este vídeo no pertenece a la pieza de ayer, pero...
también me gusta.

domingo, 28 de septiembre de 2008

CRECE (Circo Price) y Rob Tannion

Más en Danza Ballet...


Del 25 al 28 de septiembre el Price nos sorprende. Personalmente, por fin veo el circo que me gusta.

Ex alumnos de la escuela de circo Carampa demuestran lo aprendido tras esa formación y la que han adquirido en las mejores escuelas de fuera y su experiencia como verdaderos profesionales del circo.
Es ese circo contemporáneo de los sentidos, con música, iluminación y estética atrayente desde que comienza el espectáculo. Hay un hilo conductor, hay una implicación de todos los participantes... Han conseguido un resultado compacto y preciosista y poético.

Formas contemporáneas, movimientos y posiciones o pequeños gestos de danza contemporánea que dan unidad a la hora y media que se hace corta.
Se nota la dirección, coreografía, escenografía de Rob Tannion (coreógrafo, intérprete y cofundador de la compañía Stan Wont Dance). [Ver las fotos del flickr de Nuno Santos Photos.] Su trayectoria es interminable, pero lo recordamos sobre todo por su participación en el teatro físico de DV8 [pego algunos vídeos del fantástico Cost of Living]. Un gran lujo que lo hayan tenido tan cerca...




Y también se nota la ayuda a dirección de José Reches.
Crece tiene mucho estilo, mucho gusto. Sugiere desde las increíbles formas circenses con una interpretación interior dosificada y muy bien traída.
Quiero hacer mención de los participantes, que en pocas semanas han sacado, también ellos, adelante esta fantástica obra (Zenaida Alcalde, Víctor Garmendia, Ignacio Herrero, Virginia Librado, Francesca Lissia, Rafael López, Lorenzo Mastopietro, Alfonso Medina, Miguel Muñoz, Irene de Paz, Celso Pereira, Alfredo Pérez, Marilen Ribot, Laura Rubio y Ángela Sáez) y de Javier Jiménez, a cargo de la dirección del proyecto.
Enhorabuena a todos, a Carampa, a la Asociación de Malabaristas, que cumple su vigésimo cumpleaños, al Price, a todos los que hayan participado en ello. Fantástico.
Que sigamos viendo cosas así.

martes, 23 de septiembre de 2008

Espacio Propio. Curso intensivo de danza contemporánea

Fernando N. Pelliccioli y Carlos Osatinsky (Berlín) impartirán, del 6 al 10 de octubre, un curso intensivo de danza contemporánea-improvisación.
El momento (Augenblick) de las cosas está ligado a situaciones físicas; un parpadeo, una mirada, por ejemplo.
“Espacio Propio.Augenblick” busca establecer un espacio de apertura, de pasaje, que se encuentra en constante estado de evolución.

"Abordamos un tratamiento y desarrollo creativo del movimiento en donde el
cuerpo se exprese como un medio bajo un flujo de constantes cambios de
necesidades internas y externas, en una exploración desde un estado intuitivo
hacia una apreciación más amplia y dúctil, cayendo fuera del confortable
equilibrio cotidiano hacia un permanente estado de desequilibrio. Tomamos como
principio kinético el movimiento que nace desde nuestro centro y se proyecta a
través del cuerpo, expansivamente, más allá de sus límites. Trabajamos en
generar estados energéticos y emocionales haciendo incapié en el desarrollo de
una atención de la energía individual y su interrelación con la energía grupal.
Nos apoyamos en la capacidad de observarnos a nosotros mismos para así poder
darnos a lo que ocurre en nuestro entorno con confianza, mediante la entrega, la
escucha y la aceptación, fundamentos que nos permiten establecer vínculos y
trascender obstáculos para el libre flujo del ser creativo y escénico."

Fernando Nicolás Pelliccioli y Carlos Osatinsky, ambos de Buenos Aires y residentes en Berlín, de fuerte formación académica y vital en danza contemporánea, proponen llevarnos a vuelos poéticos, hacia la emergencia de una experiencia motriz más rica, vital y significativa.

FECHA: Del 6 al 10 de Octubre

HORA: De 17 A 20 h

LUGAR: 'EL NAVEGATORIO' (Av. Pedro Diez 38 1º C-Metro Oporto. Madrid)PRECIO: 120 e

MÁS INFO: Fernanda: 647103867-ferdanza13@hotmail.com



sábado, 20 de septiembre de 2008

La Fura dels Baus


Ayer fui a ver Boris Godunov, el estreno de La Fura dels Baus en el María Guerrero de Madrid.
Y reflexiono.

Han querido hacer ficción, bien; parten de un hecho real, el secuestro del Teatro Dubrovka de Moscú, en 2002 por parte de un grupo de terroristas chechenos. Bien. Por lo que, como en muchas otras piezas de arte, se parte de un punto para hacer ficción a partir de ahí. Aceptamos encantados lo que el artista quiera ofrecernos. No pedía que nos gasearan, de hecho, como en realidad acabó haciendo el gobierno ruso para dar cerrojazo al secuestro. Pero, sabemos quién es La Fura, e imagino que quien va sabe lo que puede esperar de ellos. Al menos el impacto, el sobrecogimiento, el miedo ante lo inesperado. Pero no. Ni siquiera sus pequeños artilugios caseros conseguían que creyéramos que estábamos, como ellos pretendían, en el centro de la acción, en la piel de aquellos espectadores que fueron secuestrados durante tres días. Es cierto que se percibe el deseo expreso de la compañía de tender hacia el teatro textual, y al mismo tiempo de mantener sus bazas, como el uso de la tecnología, los audiovisuales o de quebrar el espacio escénico. Pero algo flaquea y no sé bien qué es. Los actores estupendos y la puesta en escena (dejando de lado los cablecitos, kalashnikov y bombas casi tipo quimicefa), con sus músicas y sonidos chirriantes, la iluminación y los audiovisuales, que nos permitían ver qué pasaba en el exterior y en los pasillos del teatro..., estupendo, sí.
Pero ocurre algo con la Fura, y es que cuentan con un público siempre difícil. Por un lado, quienes a estas alturas se asustan de que vayas a verlos, es decir, quienes los han dejado aparcados en aquella radical (en el buen sentido) ruptura con todo, de sus años mozos, y se asustan. Y por otro, quienes precisamente lo que esperamos es eso, que nos azoten las mentes a partir de unos sentidos desde el principio de la acción totalmente noqueados.






Yo no pude ver esos años mozos de los que hablo. Surgieron hace más de veinticinco años, con la llegada de la democracia, en Cataluña, bajo ese llamado Teatro Independiente. Rápidamente se apartaron de la clara política para ofrecer el mayor espectáculo posible, pero siempre se los asoció con una tendencia, con la reivindicación, la lucha... En los ochenta, su época dorada, se les empezaron a adjudicar adjetivos que tendían al punk, la performance centroeuropea o la danza butoh. Y para mí, además, eran una especie de muestra del Teatro Físico, tan duro, difícil de ejecutar y de ver, pero a la vez tan, tan interesante. Rompió las barreras arquitectónicas del teatro. El público y los actores en un mismo espacio; había que correr, había que huir o te impregnarían de sus flujos, pringues, vísceras... Como el mismo teatro de calle, proponían la participación de un público, al mismo nivel que ellos. Este lenguaje lo recuperaron después, sí. Pero las cosas han cambiado...
Y lo que yo me pregunto es el porqué del cambio. Por supuesto, todos hemos de evolucionar; nunca seremos, a medida que crecemos, tan "rebeldes" como cuando éramos "jóvenes", cierto, y además no hay tal vez tanto contra lo que protestar (al menos en apariencia). Si es así, perfecto, es una elección por evolucionar hacia un tipo de espectáculo distinto. Pero no sé por qué, entre las olimpiadas, las fiestas del Dos de Mayo de Madrid, un espectáculo en el María Guerrero... no sé por qué las cosas a mis ojos apuntan hacia otro lado, y no quiero pensar mal.

No me vale entonces tampoco la explicación de que ahora son otros tiempos, no. Precisamente es de estos grupos, que ya por fin consiguieron un estatus de rebeldía popular, cercana e inmediata, de los que esperamos que den caña, y si no de quién.

Sí, sí, entran con sus metralletas disparando en el teatro, gritan, cuelgan cables e incluso te plantan una bomba detrás de tu asiento (de butano pintadita a mano, eso sí...), lloran, corren y vuelven a disparar. Pero, dejando de lado lo anteriormente dicho, como obra teatral falla en algo, y entonces, al fallar, cobra importancia lo que no hemos conseguido de ellos. Es decir, si no puedes disfrutar con los ojos como platos de su lenguaje, aquel que algunos aún esperamos, y lo que se nos ofrece es otro lenguaje, el teatral, o lo haces bien o el espectador te pedirá lo que hacías bien y se preguntará por qué no hiciste lo que sabes hacer.

Sí han mantenido, como decía, esa presencia plástica y visual, bandas sonoras rítmicas y angustiosas, por ejemplo. Tal vez, en ese su laboratorio escénico, en el que trabaja la Fura desde hace tanto tiempo, hayan querido probar una mezcla más, un experimento más que a la larga los haga genuinos por tocar tantos palos, ámbitos, escenarios, arquitecturas artísticas, temas, formas, etc. Sí, tal vez, verlos en su todo, en su trayectoria haga que los valoremos más de lo que ya lo hacemos. Pero en ese caso sus creaciones estarían hechas por y para sí mismos, porque el espectador nunca se puede tragar las tantas mil piezas que un grupo como éste ha creado durante tanto tiempo, para así comparar y sacar conclusiones. El espectador paga por una y si tiene suerte y vuelven a su ciudad, por otra (complicado esto en Madrid, donde durante muchos años no pudieron actuar), y así siempre que pueda, pero es para él para quien se hacen las obras. Y si no es así, estamos ya en un error escénico. Y, en este caso, creo que han fallado. La Fura, al menos a mí, me ha fallado.


Y pego un vídeo de lo que eran en su tiempo. Que no se me tache de sadomasoquista, porque no se trata de eso; se trata de que aun en estos tiempos todos, absolutamente todos, necesitamos que nos den caña a través de los sentidos, para que nos removamos, nos agitemos y por tanto se despierte a partir de ahí algo en nosotros que nos haga reaccionar, pensar o simplemente sentir. Y el arte está para eso, ¿o no?, para hacernos sentir.









Zona Híbrida, del 22 al 25 de octubre. Pradillo

Ineludible, obligatorio, necesario...
Eventos como éste hacen de Madrid la ciudad que queremos que sea.
La Sala Pradillo nos acerca a estos nuevos planteamientos interdisciplinares. Varios artistas trabajan a la vez, juntando sus disciplinas (vídeo arte, electrónica, plásticas, audiovisuales, danza, ciencia y tecnología aplicadas al arte...).
Zona Híbrida habla de las mezclas, del futuro de ellas, de los límites, de los nuevos hábitats artísticos que se están creando.

Del 22 al 25 de octubre, en la Sala Pradillo, ZONA HÍBRIDA

Y nosotros participaremos con LRM Performance. Procuraremos empaparnos de los elementos que nos propone su hábitat, disfrutarlo de la mano de la improvisación y de los artistas, Berta y David. Gracias, chicos.

Y a los que leéis esto, os esperamos, si no en todo el ciclo, al menos para vernos a nosotros, el sábado 25 de octubre a las 20:30.

Aquí pongo un ejemplo de su trabajo:

viernes, 12 de septiembre de 2008

Injusticias político-dancísticas


A ver si retomo mi relación con este blog. Lo tengo abandonado y eso me pesa.
Empiezo por este enlace que retrata las injusticias que este mundo capitalista, de miedos al otro, de ignorancia infinita ejerce sobre ciertas nacionalidades. Si eres bailarín y encima árabe tus posibilidades de ser humillado se duplican.
Leedlo, muy fuerte.
http://guerraypaz.com/2008/09/10/un-nombre-arabe-te-hara-bailar-en-israel/

viernes, 27 de junio de 2008

Recomiendo en julio


Para quienes se queden en Madrid en julio, recomiendo los siguientes eventos gratuitos y alternativos que seguro que refrescan los cuerpos acalorados.


Dúo Cabecita Loca de Sinffin Danza, de Carmen Varela y Sylvia González.


- 5 de julio a las 21 h, en el festival Gatadans 08 (plaza del Ayuntamiento de Guadarrama), junto a Iris Muñoz y Nacho Martín, 10 & 10 (Hebras de mujer), El Curro DT, etc.

- 17-18 de julio, a las 20 h. Estreno de 2+2 Dúo Danza junto a la compañía Chati Paulao. Centro Cultural de Moncloa y 23 de julio, Centro Cultural Julio Cortázar (Av. Antonio Machado, 20).

miércoles, 18 de junio de 2008

No necesito excusas, es Santiago


Es verdad, no necesito excusas. Es mi blog personal, ante todo, pero es que este post no contiene nada sobre danza contemporánea (al menos de momento).

Lo he leído y necesitaba que estuviera aquí. Suelo leer a Santiago, suelo incluso hacerle comentarios, y sobre todo suelo aprender y emocionarme con su blog.

Su escritura, como ya le he dicho a él, es el tipo de escritura que a mí me mueve, como me pasa con las demás artes (las plásticas, las escénicas, etc.), porque es la escritura de lo cotidiano. Y él retrata la cotidanidad como si su mente hiciera fotos continuamente, a medida que va viviendo. Además, suele tener esa sabiduría del artista humilde y sencillo, el peso de los grandes cerebros plagados de conocimiento, el que le dan los libros, las películas y sobre todo la sensibilidad sobre la vida misma. Y todo ello lo retrata en Materiales, allí está todo, bueno, aunque como buen hombre misterioso se guarda cosas, pero allí está su esencia, reconocible para quienes de verdad le conocemos. Cada entrada tiene un poco de su ironía, o de su crítica, o de su cercanía a las cosas y a la gente, o de lo que le mueve en la vida, sus aficiones, sus pasiones, sus desilusiones, sus penas y sus motivaciones más fuertes...

Pero lo que me fascina de su escritura es esa forma de hacerla como si no le costara. Vaya, y aquí lo conecto con el resto de las artes, y cómo no con la danza. La maestría está en imaginarnos al artista tranquilo y reposado, del que fluyen fácilmente, sin esfuerzo aparente, las ideas, los brochazos, las técnicas formales, el movimiento o lo que sea. Fluyen sus armas como la cosa más natural del mundo, como sin inmutarse, y encima con ese aplomo de lo verdadero, lo sincero, lo sabio y grande, y bien dicho, muy bien dicho, como sin pestañear, como si el día entero se pasara escribiendo y lo hiciera tan naturalmente como cuando duerme o come, con esa serenidad y sencillez. Pero es que quien es un verdadero escritor, vive la vida escribiéndola, la mira desde unos ojos que la sobreescriben, como quien es fotógrafo, que la ve desde su objetivo interno, como quien la baila, aunque sea interiormente...


En fin, sin enrollarme más, pego unas de sus últimas palabras, conmovedoras, sabias y sencillas.


"romper el día


alguna vez, de vuelta a casa, me gustaría no regresar. doblar la esquina y perderme. cumplir la vida con lo puesto.

madrugar nos hace dóciles. trasnochar perder la conciencia.

puedes conocer más y sentirte tan inútil.

y por último, quien anhela, pierde."

lunes, 16 de junio de 2008

Taller de danza contemporánea


Desde Albacete me llega esta información.


Taller de Danza Contemporánea
nivel intermedio/avanzado
23-26 junio, de 10 a 13h.*
Sala Espacio Temporal (Madrid), precio: 150 euros
C/Loreto y Chicote, 3.
Metro: Callao y Gran Vía
Contacto: marisolrozo@yahoo.com

- Despertaremos nuestro cuerpo con un calentamiento basado en la técnica release, atendiendo a 5 principios básicos: uso de la respiración, control de nuestro centro, conexión entre las distintas partes del cuerpo, transferencia de peso y trabajo de suelo.
- Trabajaremos después ejercicios de precisión de la técnica Cunningham: torsiones, tendus, battements. Y también ejercicios de Limón para soltarnos y jugar con el peso y la suspensión.
- Después aprenderemos varias combinaciones de pasos, y aplicaremos los conceptos aprendidos previamente para desarrollar en profundidad estas frases de movimiento en el espacio.
*El taller podría realizarse en horario de tarde dependiendo de la disponibilidad y preferencia de los alumnos.

Cris Gómez

Bailarina formada en la London Contemporary Dance School, (The Place). Ha bailado en Alemania con la coreógrafa Silke Wiegand, en México con Müuval Collective y en Japón para Spain Mura.
Actualmente reside en Barcelona, ha trabajado con la compañía Sol Picó, además de impartir talleres fuera y dentro de España.
Titulada en Danza Clásica por el Conservatorio de Danza de Albacete, y diplomada en Ciencias de la Información por la Universidad de Salamanca.Interesada en la coreografía, ha recibido becas del Ministerio de Cultura para distintos proyectos, entre ellos Lullaby para la promoción de danza en las escuelas, y Enámbar, proyecto destinado a la creación de trabajos coreográficos más experimentales.

sábado, 14 de junio de 2008

Hay formas y formas. Ensayos con Michelle



Es cierto que simplemente es un festival de fin de curso, para el que no hay grandes pretensiones.


Pero Michelle le pone la misma pasión que si fuéramos a actuar en un gran festival, y, por lo tanto, nosotros hacemos lo mismo.


Para mí es muy curioso su método, acostumbrada a que aunque se trate de una muestra de este tipo siempre he vivido ensayos con mucha disciplina, con muchas horas detrás, con exigencias en horarios y búsqueda de "cierta perfección".


Michelle resuelve, ésa sería la palabra, sabe resolver, en primer lugar porque su mente se mueve rápida y sagaz e inteligente por las imágenes que busca. Resuelve y aprovecha. Aprovecha el poco tiempo que hay, aprovecha los recursos de los participantes (está abierta a sus sugerencias en todo momento) y su disponibilidad, aprovecha incluso lo que la coreografía le va dando, las energías. Por eso es rápida, muy rápida. No sólo va creando ciertas cosas sobre la marcha, bajo imágenes prefijadas, que mira y remira para que queden bien, para que nos queden bien, sino que las crea para y por nuestra diversión.


No está el gran ego del coreógrafo que ve en la muestra de un festival su lugar de exhibición a costa de lo que sea. Michelle sabe que si no nos transmite esa energía, ese positivismo, esa confianza en nosotros, en nuestras energías, en nuestras capacidades... nosotros no las transmitiremos en escena.


Yo nunca había participado en una coreografía con ella. Pero ya me habían advertido del placer que hay en ello.


Y nos pregunta, y se deja sugerir, y se entrega, todo ello sin perder la autoridad.


Es una vuelta de tuerca más a su método pedagógico, del que ya he hablado en otras ocasiones. Me recuerda a ciertos métodos de enseñanza alternativa, que para algunos podrían no funcionar. Porque hay métodos en los que la disciplina, la gran autoridad del superior y de los materiales de apoyo son las únicas armas, métodos en los que el grito, las obligaciones, las exigencias son las únicas formas de enseñanza. Pero, no, de nuevo vemos cómo hay otras formas que pueden funcionar, pueden funcionar pero tal vez porque alguien como Michelle cree en esas formas alternativas.


Partir de la pasión y el entusiasmo y las ganas por bailar, sea donde sea, tanto ella como nosotros, y no olvidar en ningún momento esa prioridad, aunque tengamos que llegar en un ocho o salir en un cinco. Y es que creo que no todo el mundo es capaz. De nada sirve un método de enseñanza alternativo en manos de quien no cree en él, de quien no confía más que en sí mismo y no en sus alumnos.



Michelle cree en nosotros y eso se transmite desde el primer día.


Michelle se entrega en tiempos reducidos, en coreografías que adapta a un nivel común, en la búsqueda del disfrute sin grandes ambiciones técnicas. Y no lo dice, todo esto no lo dice, pero lo transmite, lo vamos viendo, y nos vamos dejando llevar, porque vemos cómo se van plasmando sus imágenes en un grupo homogéneo, unido por una gran energía, la que da pasarlo bien.


Y nos dará tiempo hasta para limpiar, nos dará tiempo a tener las cuentas claras, etc. ¿Cómo? No lo sé, creo que porque bajo sus manos las cosas fluyen con mayor naturalidad para que la asimilación sea más sencilla.



Hay formas y formas de crear, de enseñar, de transmitir, pero tal vez sólo funcionen con Michelle porque ella lo hace así porque es así. Danzamos como somos.


miércoles, 4 de junio de 2008

Recomiendo. David Lakein


Pego la información del taller que impartirá este creador estadounidense, en Alemania este verano, del 11 al 25 de agosto en Berlín y Stolzenhagen.

Muy interesante la creación e improvisación a partir de imágenes.


IMAGE-MAKING LABORATORY
advanced workshop in composition,
improvisation, and performance skills


Working individually and in small groups, we will make several images each day, either quickly with reckless abandon or slowly with careful consideration. The frame of our creation process will vary greatly: completely open, tightly structured, with a specific focus, or global theme. We will refer continously to these questions: What disctinct components does an image have? Which are central and which act in a more supportive manner? Where are the boundaries of an image; when does is begin, end? What are the differences between an image and a larger scenic entity? In working with the elements of body/figure, movement/action and setting/atmosphere, we will gain a more nuanced and precise awareness of how they influence, and in which ways interact with each other.
We will explore the compositional tools available to us as we develop and refine our images. Addressing and further clarifying such issues as timing, location in space, audience position, will enable us to make our images more visceral and intelligible, powerful and resonant. Our aim is to deepen our awareness of the choices we confront and options at our disposal during the different stages of the decision-making process, and in so doing, gain a greater degree of freedom and feeling of trust with our images.
The body and its position within an image will be investigated closely, as well as some essential performance skills. An important part of our research will be exploring the diverse textures and distinctive aspects of presence. Our investigations will include: whether there is such a thing as a neutral, disinvested body; the differences between “being” and “presenting;” how to draw or defer the audience’s attention.
An essential aspect of the image-making process is developing an intuitive sense and considered understanding of when and how to ask relevant questions of ourselves and others. We will investigate how to approach asking for, receiving, and giving feedback, and how it can be organically integrated into the creation process.
On some occasions we will leave the familiarity of the studio, working and performing in different environments, inside and outside.
There will be an informal showing at the end of the Lab.

lunes, 2 de junio de 2008

Rojo. Michelle Man and Friends


El Festival de Teatro de Calle de Valladolid supo a poco más que a cañas por culpa de la dichosa lluvia. Sin embargo, pudimos ver la pieza que presentaba Michelle junto a Iris Muñoz, Lucía Bernardo, Nacho Martín, Salvador Villora y Billie Pérez. Música original y en directo a cargo de Alfonso García y Javier Sagustune y vestuario de Lucrecia Martínez.


Rojo en la plaza de San Benito, rojo improvisado, rojo en los labios, rojos los zapatos, rojo por todo el espacio... Mismas calidades de movimiento, gran utilización del espacio (precioso verlos correr e inundarlo todo), variedad de ritmos, buenas pausas y buen uso de los tiempos. Imágenes, rojas y atrayentes, sugerían alegría, energía, diversión, cadencias, etc. Fuerte presencia escénica, sobre todo de Michelle, que buscaba cierta complicidad con el público.

Saltos y cogidas con los pololos al viento, miradas que encontraban movimientos comunes... Supieron atrapar los momentos bellos, no los dejaron escapar, sabían cazarlos y gozar de ellos.


Y más imágenes grupales en rojo de una masa de personajes que frenan en líneas, que trazan diagonales, que se agrupan y hablan o juguetean, que se deslizan como bichos por el suelo, y que se disgregan mirándose para volver a juntarse en algún momento a partir de un gesto, una mano, un puño o una calidad concreta.


Un verdadero placer para los sentidos.

martes, 27 de mayo de 2008

El movimiento de las cosas. Vidal y José Luis Sampedro


Una de las primeras frases del último libro de José Luis Sampedro, La ciencia y la vida, dice: "... para dialogar es imprescindible parar, librarnos de afanes cotidianos, de la vorágine que nos aturde". Anoche oía en una entrevista a este sabio escritor. Es más bien un sabio de la vida, lo que pasa es que como pocos tiene el privilegio de necesitar escribirlo y de hacerlo bien.



Vidal (para mí, Nacho) retrata muy bien las paradas del movimiento sugerente de la vida. La fotografía puede ser detener el tiempo, eso ya lo sabemos, pero él lo detiene en movimiento; sus fotografías mantienen una estela de movimiento no sólo de lo que retrata, sino de un movimiento reflexivo.






Ambos mueven sus cosas, sus mentes, sus ojos, sus reflexiones o sus no reflexiones. Y digo mueven las "cosas", porque mueven lo cotidiano.


José Luis Sampedro está descontento con el mundo, con este mundo, con esta vida. Es un activista de la libertad, es un activista de la comprensión al otro, es un activista del movimiento de las mentes.


Nacho Vidal mueve sus pupilas, quién sabe si con una reflexión previa. Pero las mueve hacia imágenes que desde lo cotidiano le mueve algo en el coco. No sólo transmiten belleza, sino que transmiten esa libertad de elección de lo que podemos atrapar de la vida.







Ambos se mueven en códigos de libertad, porque sus mentes creen en ella y sus vidas además la retratan.


Atrapar las cosas, generar acción. Tanto uno como otro generan acción, y lo mejor de todo es que tal vez no son conscientes. La acción y el movimiento producidos desde las cabezas reflexivas, los ojos atentos, las mentes alerta... hacia lo cotidiano de la vida, las cosillas del hombre, del ser humano y la sociedad en la que se maneja.


José Luis Sampedro dice que la sociedad occidental está al borde de un infarto. Un infarto producido por un egocentrismo terrible. El infarto es la mayor expresión del frenazo temporal y de acción. Es un bloqueo, es un fin de movimiento y de vida. Estoy de acuerdo... Sin embargo, quienes reflexionan y hablan sobre esa sociedad, o la retratan, a ella y a sus individuos, están tendiendo unas venas hacia ese corazón, para que no deje de palpitar, porque no habrá infarto social si miramos al otro, si sacamos la vista de nosotros mismos. Dos miradas rebeldes que enfocan, retratan y critican desde la inteligencia y la alegría.



Porque eso también es importante: enfocar la vida, aunque sea para criticar o reflexionar, con alegría.


Y es que a mí no sólo me interesa el movimiento de mi cuerpo o del resto. Necesito mover todo lo demás; sin mover la mente no movemos ni nuestro cuerpo, ni nuestro espacio, ni nuestro tiempo como es debido. Y para mí el movimiento está profundamente ligado a las imágenes, y lo que éstas te transmitan, y a las reflexiones, y, por supuesto, a la escritura.

lunes, 26 de mayo de 2008

Improvisación Lavapiés


En las improvisaciones, mientras unos bailábamos otros improvisaron una barra de ballet.















Los niños dieron bastante la lata, pero hay que ver qué guapos están así quietecitos y sentados. Se lo pasaron mejor que nadie.


¿Meter la cabeza para no ver, para buscar algo, para buscarle sentido a lo que hay dentro, para esconderla y que no nos vean, para qué?



Los carritos eran un recurso de imagen, las interpretaciones pueden tener que ver con las jornadas agroecológicas que allí se celebraban, pero eso ya queda a elección del espectador. Nosotros sólo propusimos imágenes y movimiento.

sábado, 17 de mayo de 2008

Los temas eternos versus Roberto Oliván

[MÁS sobre Roberto Oliván]








Cómo es la vida. A veces a los incrédulos y escépticos nos pone en situaciones en las que dudamos si existan o no las casualidades.





Llevo unos días dándole vueltas y conversando sobre los temas eternos que se cuestiona el ser humano. Le doy vueltas y encuentro respuestas, aunque, como siempre, más preguntas. Eso está bien.



El caso es que al mismo tiempo estoy investigando de nuevo sobre Roberto Oliván, sus creaciones, su idea de la danza y del arte escénico. Y me encuentro con unas palabras que definen e introducen el tema de su última pieza, para el Centro Coreográfico Gallego, El kiosko de las almas perdidas. No quiero añadir más a lo que en ellas se dice, porque justo es no sólo lo que nos planteamos todos, sino que en estos días es uno de los centros de atención de mi cabecita.


"¿Estamos seguros de que estamos viviendo nuestra propia vida de la manera que desearíamos? ¿Estamos en el lugar correcto y del modo adecuado?...

Éstas son preguntas con una incertidumbre asombrosa... Sus respuestas son quizás la base de nuestra felicidad más profunda. Pero obligan a analizar, estructurar y cuestionar asuntos de alta complejidad relacionados con esa red social invisible que nos une a todos los seres humanos como especie.

Hay tantos modos de ver las cosas como individuos existentes. Cada modo personal va dado por unas ciertas experiencias personales que nos llevan a percibir esa realidad delante de nosotros de esa manera tan peculiar.

Estamos condicionados enormemente por todas esas normas de conducta que supuestamente deberían funcionar para todo el mundo. Pero eso solo se ajusta a una realidad parcial. Probablemente a la realidad más práctica relacionada con la organización y el control social.
Lo cierto es que la diferencia entre el individuo y la organización social es abismal. La organización social obliga a ceñirse a normas y regulaciones. El espíritu humano tiene otras premisas esenciales más relacionadas con la busqueda incansable de la felicidad. Y ésa, una vez de nuevo, viene condicionada por necesidades muy personales y diferentes en cada individuo. Diferencias todas válidas y justificadas, por tanto respetables.
Sexo, dinero, satisfacción personal, familia, profesión, supervivencia, tranquilidad, comodidad, trabajo... todos estos son conceptos y términos muy actuales y presentes en la vida cotidiana. La invasión de imágenes, ideas, opiniones, exigencias por una justicia evidente... simplemente nos desbordan en cualquier lugar en donde haya presencia de seres humanos. Sensaciones de ser utilizados e incrustados en una máquina social que habitualmente no devuelve satisfacción ni sensación de plenitud. Pero el instinto humano sigue siendo más fuerte que todo esto junto. Seguimos luchando por encontrar la felicidad deseada de la misma manera que las raíces de un árbol siguen rompiendo el asfalto construido en su superficie.
"Kiosko das Almas perdidas" nos acerca a ciertas realidades paralelas dentro de las fantasías personales de cada persona. Nos muestra cómo esos pequeños momentos de felicidad dan sentido a nuestra existencia aparentemente insignificante en algunos momentos."




"Éste es el punto de partida para una nueva generación. Una generación de Almas Perdidas. Un estado de cuestionamiento personal y al mismo tiempo colectivo ponen en duda si lo prioritario es la vida palpable o la vida paralela de las ideas y deseos. Un estado de revolución espiritual en donde lo ya vivido pasa a ser una premisa de validez cuestionable."

lunes, 5 de mayo de 2008

Las manos


Tengo las manos muy pequeñas. Seguramente no podría haber tocado el piano. Sin embargo se puede bailar aunque se tengan las manos pequeñas. Pero el trabajo es doble. Acercarse a como tienen que ser las manos en danza contemporánea es todo un mundo, en mi caso, por el tamaño, tal vez un medio mundo o un megamundo. Pero eso no me hace desistir; sigo buscando el camino de mis manos, o ellas lo están buscando.

La danza clásica deja claro cómo debe ser la posición de sus manos: entreabiertas, con los dedos como si fueran a asir algo pero suaves y con una leve curva que venga de la muñeca.

En los inicios del contemporáneo estas formas se mantuvieron y vemos manos excesivamente líricas, como con aleteos suaves tipo de lago de los cisnes.

Luego la danza contemporánea en todas sus fases ha ido interpretando las manos. Martha Graham incluso las contraía al igual que contraía todo el cuerpo, pero no sólo las contrajo generando una especie de cuencos en ellas, sino que también daba la posibilidad de abrir las palmas hacia el exterior como muestra de energía con los dedos levemente abiertos.
Sí, las manos son la punta y el origen de la energía. La ofrecemos por medio de los dedos que son prolongación de las palmas y éstas a su vez de los brazos.

En ocasiones se interpretan las manos contemporáneas como algo que ha de ser lineal y rígido, aunque todo depende mucho de qué corriente estemos hablando (Limón, Release, Cunningham, etc.). Sí, la línea es fundamental, pero porque en general para la danza las líneas son fundamentales. Pero esa línea se puede conseguir sin encorsetar las manos. Por aquí empiezan los problemas: debemos aparentar suavidad, mostrar que en nuestras manos hay aire, que nuestras manos amasan un aire denso, amasan lo que las rodea, pero con suavidad no con rigidez (vemos por ejemplo la foto de Doris Humphrey).
Asimismo, las manos son prolongación de los brazos, lo que significa que no sólo no podemos cortar la energía en la muñeca, sino que el movimiento no puede generarse a partir de ellas, ni siquiera de los brazos, sino de más atrás, de los omóplatos. Una fuerza que venga de algo más profundo y que no resulte forzado.
Pienso en manos que me llegan, que tienen esa fluidez, esa suavidad y al mismo tiempo esa vida, esa energía en los dedos. Normalmente las manos que se me vienen a la cabeza veo que forman un todo con los brazos, es decir que sus brazos también transmiten; su todo desde la espalda hasta los dedos. Pienso en las manos-brazos de Michelle Man, de Teresa Nieto, de Ángela Rodríguez (éstas muy reinterpretadas, pero personales y bellas).
Y si hablamos de brazos, como sabéis, no puedo evitar de nuevo nombrar los de Pina Bausch.
Vuelvo a poner el vídeo de Cafe Müller. Si vemos esas imágenes, sus manos en ocasiones como digo yo aletean un poco pero tienen esa fluidez y suavidad que viene de unos brazos largos y elegantes. No se quedan en el aleteo, muestran la energía que viene de más lejos y que pasa por los dedos hasta llegar a no sabemos dónde.
Michelle describe o explica a veces el movimiento de los dedos y las manos, o lo que deberían mostrar, no sólo como una parte del cuerpo que ofrece energía y que amasa aire denso, sino que incluso debe parecer, o debemos sentir, que sutilmente tocamos una tela de araña. Ahí es donde entendemos la vida que deben tener los dedos, que no pueden morir.
Si mueren nuestras manos, si las dejamos relajar en exceso o si las ponemos demasiado rígidas, muere todo el movimiento, cortamos todo el movimiento en ellas.
Algo más en que pensar para que nuestro movimiento tenga la mayor vida posible.